Es un proceso legal que permite ser reconocido como propietario de un terreno o bien inmueble tras haberlo poseído durante más de 10años, o 5 años en caso de contar con justo título y buena fe.
Por ejemplo, si ha estado en posesión del inmueble por más de diez años y cumple con los siguientes requisitos:
-Posesión pacífica: El terreno o propiedad no ha sido disputado judicialmente por otra persona o entidad que afirme ser el propietario.
-Posesión continua: La persona que posee el inmueble ha residido de manera ininterrumpida en el mismo por el tiempo requerido.
-Posesión pública: Los vecinos y la comunidad en general son conscientes de que usted ha estado viviendo allí durante más de 5 o 10 años, dependiendo del tipo de prescripción.
Es fundamental contar con la documentación que respalde esta posesión, como los recibos de servicios (agua, luz) y el autoevalúo de los últimos 10 años. Cumpliendo con estos requisitos y teniendo la documentación adecuada, puede solicitar el reconocimiento formal de la propiedad del bien inmueble.
En resumen, este proceso le otorga un título de propiedad que no solo garantiza su derecho sobre el inmueble, sino que también aumenta su valor y puede ser inscrito en los Registros Públicos, constituyendo un paso clave para el saneamiento físico-legal de su predio.